30 de enero de 2012

Aborto y Menores: Un masivo apoyo social para un derecho que está previsto en la ley


Por Mariana Carbajal

El drama de la niña entrerriana de 11 años que reclamó interrumpir un embarazo producto de un abuso sexual, volvió a poner en la agenda pública el problema de la penalización del aborto en la Argentina. Una encuesta realizada por la consultora Ibarómetro –a la que accedió en exclusiva Página/12– reveló que 7 de cada 10 entrevistados consideran que el caso encuadraba dentro de la figura de aborto no punible y debería haberse hecho la interrupción del embarazo que requirió desde un comienzo la familia. Esta postura mayoritaria se contrapone ampliamente a las afirmaciones del ministro de Salud de Entre Ríos, Hugo Cettour, quien apenas se conoció el pedido arengó por la continuación de la gestación, y alegó que el cuerpo infantil –una vez que había ovulado por primera vez– ya podía soportar el embarazo. El relevamiento indagó más allá del caso puntual y preguntó sobre la mirada en torno de la actual criminalización del aborto: más de la mitad de los consultados opina que ninguna mujer debería ir presa por practicarse un aborto, mientras que menos del 30 por ciento adhiere al castigo penal. “Si bien en la esfera pública la problemática del aborto pareciera despertar posturas polarizadas en proporciones simétricas, existe en la sociedad una mayoritaria posición en contra de la penalización del aborto”, señaló a este diario Ignacio Ramírez, director de Estudios de Opinión y Mercado de Ibarómetro.

Aborto y Menores: ¿Y el derecho a ser oída?



Por Adriana Granica *
Página 12, Argentina
 
La información ya fue tratada, y maltratada, como la niña de 11 años violada y embarazada. Niña que primero dijo no querer continuar con ese embarazo cruelmente no deseado para luego, informaron algunos medios, ceder a las presiones de los defensores de la potencial “vida por nacer” que desprecian la vida real de los nacidos. Presiones (sigue la información) que llevaron a que su madre desistiera de su primer pedido de aborto (por completo legal en este caso, sin que fuera necesario que mediase ninguna instancia judicial). Procedimiento médico que de haberse llevado a cabo, según indica el protocolo para estos casos, hubiera hecho que la situación terminase donde tal vez debió haber terminado, en la realización de una buena práctica médica no contaminada por los prejuicios de sus practicantes, lejos de una judicialización retraumatizante. Pero nada de eso ocurrió. La niña devino entonces objeto del prejuicio. En esos momentos, su palabra a nadie le importó. El sujeto, la niña en tanto tal, desapareció. Es allí que nos resulta importante precisar que la normativa nacional e internacional brinda recursos legales para resguardar un derecho fundamental de la niña: el de ser oída y de ser tenida en cuenta su opinión. Desde la sanción de la Ley 26.061 (de Protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes), existe la figura del abogado del niño, diferente de la tradicional del defensor de menores que intervenía según el paradigma del patronato. Un abogado del niño que, respetuoso de los paradigmas de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y de la ley nacional que la tuvo de base (no de sus prejuicios personales), hubiera intentado que la opinión de la niña fuera tenida en cuenta. Así, al articularse con el equipo de salud hubiera respetado el “yo quiero ser como antes” que la niña se dice que enunció desde un principio. Al no haber nadie resguardando su derecho, su palabra quedó sepultada por una parrafada de adultos sordos. En el colmo de su contradicción, esos adultos resolvieron que la niña, siendo incapaz de discernir su deseo, sí era capaz de llevar en su cuerpito y en su alma apenas en maduración el fruto de un ultraje.
* Psicoanalista y abogada de niños, coordinadora del Area Jurídica de Casación y de la Comisión de Derechos del Niño de la Asociación de Abogados de Buenos Aires (AABA).
Obtenido de Página 12 en: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/subnotas/186519-57578-2012-01-30.html

16 de enero de 2012

A 39 años de Roe v. Wade

Foto por CMI
El derecho constitucional de toda mujer a terminar un embarazo no deseado fue reconocido por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos hace 39 años en Roe v. Wade. Este caso, resuelto el 22 de enero de 1973, representó un avance importante en el reconocimiento de la libertad y autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos, su futuro y su salud.  Además, permitió que miles de mujeres en los Estados Unidos, que hasta entonces eran perseguidas por los estados por realizarse esa práctica, pudieran acceder a un aborto seguro.  Antes de Roe diversos estados de dicha nación consideraban el aborto como un delito, obligando así a aquellas mujeres que decidieran terminar su embarazo – por la razón que fuere, incluyendo el no querer tener hijos – a hacerlo de forma clandestina. Hoy día – y pesar de múltiples esfuerzos de gobiernos, políticos y grupos religiosos que ansían abolirlo – el aborto es legal en Estados Unidos y Puerto Rico, así que toda mujer tiene derecho a solicitar este servicio de salud si así lo desea.


Foto por CMI
Durante el día de hoy se llevaron a cabo varias actividades en el Capitolio de Puerto Rico en la conmemoración anual de Roe v. Wade. 
La primera defendía el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos sus vidas.  Celebraba así a las mujeres, su libertad individual y derecho a la autodeterminación. Exigía del gobierno el que fuera garante de ese derecho y que proveyera las condiciones para la libre terminación de un embarazo de forma segura y accesible. En la actividad participaron diversas organizaciones como ProFamilia, Taller Salud, Movimiento Amplio de Mujeres de Puerto Rico, Movimiento al Socialismo, Organización Socialista Internacional, Varones contra el Patriarcado y el Comité contra la Homofobia y el Discrimen, entre otras. Además participó la Comisión de la Mujer del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico.
   
Una segunda actividad, al otro lado de la calle, exigía el retroceso en derechos y la intervención del Estado para la prohibición a dicho servicio médico. Los argumentos principales de estos grupos eran de corte moral y seudo-religioso.  El clásico discurso de miedo que basado en opiniones individuales y visiones parciales sobre la vida  pretenden privar a las mujeres del derecho a decidir responsablemente el mejor momento para tener un hijo o hija. 

A continuación se incluyen fotos de estas actividades. (Publicadas originalmente por el Centro de Medios Independientes de Puerto Rico.  Más fotos e información aquí.)

Foto por CMI


Foto por CMI

Foto por CMI


Foto por CMI

Foto por CMI

Foto por CMI

Foto por CMI

Foto por CMI

Grupo manifestándose en contra del aborto

Foto por CMI



13 de enero de 2012

Puerto Rico: Pal Capitolio: Conmemoración del 39 aniversario de Roe vs. Wade

Como en años anteriores, se invita a organizaciones y personas, que apoyan el derecho de autodeterminación de las mujeres a decidir sobre su futuro, su desarrollo y, en particular, sobre cuándo, cómo y cuántos hij@s quieren tener, a que se den cita frente al capitolio el próximo lunes, 16 de enero de 10am a 1pm. Este día que se conmemora la vida de Martin Luther King también celebramos los ya casi 40 años del reconocimiento del derecho de toda mujer a la terminación de un embarazo no deseado gracias al dictamen de la Corte Suprema de los Estados Unidos de Roe v. Wade.

Actividad: Concentración
Lugar: Capitolio de Puerto Rico
Hora: 10am-1pm
Invitan: Movimiento al Socialismo (MAS),  Caucus de la Mujer del MST, Taller Salud, Movimiento Amplio de Mujeres de Puerto Rico, Comité contra la Homofobía y el Discrimen, Comisión de la Mujer del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico, entre otras organizaciones.

Para más información visite el evento en Facebook aquí   

Abortion Rights Advocates, Opponents' Tactics Evolve

obtenido de NPR News

Listen to the story (audio) here
Transcript- 
NEAL CONAN, HOST:
This is TALK OF THE NATION. I'm Neal Conan, in Washington. It's now almost four decades since the Supreme Court's famous and controversial ruling that legalized abortion. In recent years, opponents have stepped up efforts to challenge Roe v. Wade in Congress and state legislatures, in court and at the ballot box, last year in particular.
And a split has emerged between the slow-and-steady approach and advocates of much bolder steps, so-called personhood amendments and heartbeat laws. For the most part, abortion rights supporters appear to be on the defensive.
If you support abortion rights or oppose, what political tactics are best right now? Give us a call, 800-989-8255. Email us, talk@npr.org. You can also join the conversation on our website. Go to npr.org. Click on TALK OF THE NATION.
Later in the program, USAID administer Rajiv Shaw on Haiti two years after the earthquake, but first the evolving politics of abortion. We begin with NPR health policy correspondent Julie Rovner here with us in Studio 3A. Always nice to have you on the program.
JULIE ROVNER, BYLINE: Always nice to be here.
CONAN: And when it comes to big Supreme Court cases, typical that those on the losing side become motivated. Things have been gearing up, though, particularly last year for those who oppose abortion rights.
ROVNER: Yes, I think the 2010 elections, which swept in an awful lot of Republicans, not just in Congress but also in the state legislatures, really prompted an enormous amount of legislation at the state level. A new study from the Alan Guttmacher Institute, which is respected for its data processing, if you will, by both sides found that there were enacted - and this is not just introduced but enacted - 135 separate reproductive health provisions - so some of these were buried in other laws - in 36 states, and that was up from 89 the year before.
So it was an extremely busy year. Of those, 92 of those provisions in 24 states restricted abortion. So that's more than two-thirds, and that was dramatically more than I think in any other year since they've been keeping track.
CONAN: And those who support abortion rights hailed the vote in Mississippi that did not pass, the so-called personhood amendment, but doesn't that sort of obscure the rest of what's going on?
ROVNER: Yes, very much so. I think a lot of these state houses were taken over. State legislatures went from being at least partly Democratic to being all Republican or all - both houses and the governorship were Republican. As we've seen, I mean, this is not purely a party issue, but largely Republicans are more anti-abortion than Democrats. So in states where you had both houses become Republican and a Republican governor, you tended to see more of these abortion-restricting laws both introduced and passed.
CONAN: Even in Congress, of course there's a Republican majority in the House of Representatives, they passed a couple of anti-abortion measures that did not make it through the U.S. Senate.
ROVNER: That's exactly correct. They passed several anti-abortion measures that did not make it through the U.S. Senate. But indeed the government was almost shut down, if you'll recall, over whether or not to de-fund Planned Parenthood. That became one of the last issues when they were trying to decide whether to keep the government running in the funding bill last spring.
CONAN: And that on the federal level. On the state level, several states have passed legislation that would ban all funding for Planned Parenthood.
ROVNER: Yes indeed. I think it was six states that in one manner or another cut off funding to Planned Parenthood. In one state, actually in New Hampshire, the state cut off funding for Planned Parenthood, and the federal government went back in and gave it back.

Birth Control For Men? For Real This Time?


January 13, 2012
by Jessica Mack
When the birth control pill hit the U.S. market 51 years ago, the hope had been for a male method to follow close at its heels. Yet, despite decades of research and periodic hopeful headlines, progress has been largely indiscernible.
Now, researchers are touting new developments: a reversible vasectomy, a “dry orgasm” pill and a miracle plant from Indonesia, to name a few. The demand appears to be there, considering that 1 in 6 U.S. men over age 35 has had a vasectomy. But with so many false alarms, should we believe that this time’s the charm?
Research on male contraception began in the 1970s, initially focusing on the use of hormones to manipulate sperm production. But while trials demonstrated efficacy, results were marred by nasty side effects and onerous administration (one potential method combined an implant below the skin with monthly injections).
A decade later, Elaine Lissner was just graduating college with a big idea: She founded the Male Contraception Information Project (MCIP) in the late 1980s to track progress and raise awareness of male contraception. Lissner says, “I thought everything would change quite quickly, [but] the world wasn’t ready…for male contraception in 1992. Everyone was focused on HIV and [the abortion pill], and nobody had time for [this]. I couldn’t get any funding.”
“Only nonprofits and universities continued to work [on this],” says Regine Sitruk-Ware, executive director for research and development at Population Council and a veteran researcher in the field. Then, in 2003, the mapping of the human genome enabled a change in gears. Instead of tampering with the body’s hormones overall, researchers could zero in on specific mechanisms to affect sperm viability. Now research is focused mainly on nonhormonal methods, as well as those with added benefits such as protection from HIV or baldness.
One such method, likely to be the first on the market, is RISUG, or the “reversible vasectomy.” Currently in Phase III trials in India, it entails a one-time injection into the vas deferens of a harmless chemical solution that deactivates sperm passing through it from the testes to the penis. So far RISUG has proven to be effective, safe—and reversible with a second injection.
Several other methods are just around the corner. Plant-based pills, like one being manufactured from the gandarusa plant in Indonesia, may offer natural, nonhormonal options. Researchers in the U.K. are working on a “dry orgasm” pill based on medications that restrict sperm from becoming semen—thus orgasm occurs but ejaculation does not. Other methods, such as the use of moderate heat or ultrasound on the testicles, are noninvasive and relatively simple ways of inhibiting sperm production.
But obstacles still loom. Contraception is about many things—reproductive choice, personal freedom, partner trust—but perhaps mostly about money. In 2015, the global contraceptives market for men and women will reach an estimated $17.2 billion, yet industry players have done little to sustain male-method development (beyond or even including male condoms) because they still don’t see potential demand or dollars.
“Market research has shown little interest from males, so companies have continued to [bow] out,” says Sitruk-Ware. The problem with such research is that it’s based on a premise that could change once an actual product is available. That was the case with the vaginal-ring contraceptive NuvaRing: Initial projections said women would be uninterested. Yet recent NuvaRing sales in the U.S. are up more than 40 percent.
Luckily, the odyssey for a male method is benefiting from recent broad momentum around contraception globally. “The difference now is that we’ve been through a lot of years of consciousness raising,” says Lissner. “There’s a reason I stuck this out.”
Excerpted from the Fall 2011 issue of Ms. To have this issue delivered straight to your door, join the Ms. community.
Comments on this piece? We want to hear them! Send to letterstotheeditor@msmagazine.com. To have your letter considered for publication, please include your city and state.
Image copyright Sarah Richardson, 2011. All rights reserved.
obtenido de Ms. Magazine blog: http://msmagazine.com/blog/blog/2012/01/13/birth-control-for-men-for-real-this-time/

4 de enero de 2012

La Muerte Materna sigue siendo una preocupación en el país


 Guadalupe Cruz Jaimes CIMAC

México, D.F, 24 de diciembre 2010- Respecto a la salud de las mujeres, este año concluye con dos preocupaciones: la prevalencia de la Muerte Materna (MM) y la limitación del ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, especialmente al aborto seguro y legal en el país, consideró Raffaela Schiavon, directora de Ipas México.

Schiavon indicó que la reforma constitucional, que la semana pasada realizaron los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) en Tamaulipas para criminalizar el aborto, representa “un grave retroceso” para el acceso a la salud de las mujeres.

Con esta reforma, suman ya 18 las modificaciones a las constituciones locales del país, por lo que las mujeres organizadas en torno al derecho a decidir temen otra “oleada” de reformas que penalicen el aborto en estados como Aguascalientes, Veracruz y Estado de México.

La penalización del aborto lejos de evitar esta práctica, coloca en riesgo la vida de las mexicanas, ya que según la Secretaría de Salud (SS), en el 2000 fueron hospitalizadas 160 mil mexicanas por padecimientos vinculados al aborto, este número creció a 180 mil en 2009, año en el que cada día 484 mujeres ingresaron a un hospital por aborto.

El análisis de Ipas México, con base en información oficial, señala que de las 27 mil 150 MM registradas de 1990 a 2008, una de cada 13 ocurrieron a causa de complicaciones derivadas de abortos mal practicados.

Del total de MM por aborto, 13 por ciento eran adolescentes y niñas, mientras que 65 por ciento de quienes fallecieron, carecían de seguridad social. Fueron atendidas en instituciones de la SS, algunas eran beneficiarias del Seguro Popular.

MUERTE MATERNA

La muerte materna en el país es otra preocupación, ya que pese a las acciones anunciadas por el gobierno federal para disminuirla, el número de mexicanas que pierden la vida por padecimientos vinculados al embarazo, parto o puerperio aumentó de 55.6 a 62.8 por cada 100 mil mujeres, de 2007 a 2009.

Esta situación es más alarmante en estados con mayor población indígena y con menores indicadores de desarrollo humano. Mientras en 2008 el promedio nacional de decesos por MM fue de 57.2 por cada 100 mil mujeres, en Chiapas y Guerrero, fue de 96.8 y 96.5, respectivamente, señalaron especialistas.

NOM 041 PARA ATENCIÓN DE CÁNCER DE MAMA

Este año se modificó el Proyecto de Norma Oficial Mexicana (NOM-041) para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama, que retardó 10 años más la edad mínima a la que las mexicanas deben realizarse por primera vez una mastografía para detectar ese padecimiento, ahora será a partir de los 50 años de edad.

En entrevista con Cimacnoticias, Miriam Ruiz, de la “Iniciativa Global Komen, para la concientización sobre el cáncer de mama en México”, señaló que extender 10 años más la edad para que las mujeres puedan ser diagnosticadas con una mastografía de tamizaje es un desatino de las autoridades, que “aumenta potencialmente la muerte de mexicanas por CaMa”.

La activista mencionó que postergar el acceso a la mastografía resultará más costoso para el sector salud, ya que los gastos aumentan si no se detecta a tiempo.

Esta modificación aún no es permanente, la discusión se llevará a cabo el próximo año con las observaciones de organizaciones, y de otros sectores como la academia e institutos de seguridad social.

De acuerdo con la activista, quien junto con diversas asociaciones y en diálogo con el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, valoran el contenido de la NOM, “deben ser las organizaciones y las pacientes con cáncer a los 35 o 42 años de edad, quienes avalen cualquier norma”. 

FALTA DE TRANSPARENCIA EN RECURSOS

Pese a que este año legislativo aumentó el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2011 en salud sexual y reproductiva, e igualdad de género en salud de 692 millones de pesos (mdp), a mil 549 mdp, no se realizaron modificaciones a los instrumentos de rendición de cuentas para el ejercicio presupuestal, que permitirían monitorear las fuentes de los recursos y su aplicación.

En entrevista con Cimacnoticias, Daniela Díaz, responsable del proyecto de MM y presupuesto público de Fundar, Centro de Análisis e Investigación, aseguró que ignorar la propuesta de modificaciones, representa una “oportunidad perdida”, porque se mantiene “la posibilidad del uso discrecional de los recursos, con una mínima obligación de los estados para rendir cuentas”.

La falta de transparencia propicia que la salud sexual y reproductiva de las mujeres, dependa de la voluntad de quienes ejercen el gasto, misma que “puede inclinarse de acuerdo con cuestiones morales y no del derecho a la salud, que debe garantizar el Estado, de ahí que veamos problemáticas como el desabasto de anticonceptivos y el aumento de embarazo en adolescentes”.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica 2009, 3 de cada 10 mujeres se convierten en madres antes de cumplir 20 años de edad, este dato esta vinculado con que 25 por ciento de las adolescentes no utiliza anticonceptivos a pesar de no desear un embarazo.

A pesar de contar con esta información, los estados no están obligados a rendir cuentas acerca de la aplicación de programas como el de Planificación Familiar y Anticoncepción, también quedarán en la opacidad Salud Sexual y Reproductiva para Adolescentes, Prevención y Atención de la Violencia Familiar y de Género, el de Igualdad en Género y Salud, Arranque Parejo en la Vida, y los programas son los de atención al cáncer cérvico uterino y CaMa.

Con la democracia se come, se cura, se educa, pero no se aborta


Por Mabel Bellucci *
Viernes, 30 de diciembre de 2011
Tomado de Página 12

El año 1983 significó el triunfo del presidente Raúl Alfonsín. Conquistas de demandas largamente esperadas y otras urgidas por recuperar, retornaron ante las expectativas de amplios sectores de la sociedad. Desde ya se presentaba un clima político totalmente propicio para la apertura de debates, mientras una agenda feminista impulsó lo viejo y lo nuevo. Así, un número considerable de mujeres acompañaron al gobierno constitucional, estimuladas a democratizar las instituciones en los lugares de administración y gestión y también en las instancias resolutivas.

Sea en los partidos, sindicatos, Parlamento, universidades o estamento de los tres poderes del Estado, ellas apostaron que con su ingreso se garantizaba la conquista de gran parte de sus reivindicaciones específicas. Una buena cantidad de sus planteos recibieron una bienvenida, excepto uno que, en un suspirar, fue desalojado de la vitrina: el derecho al aborto. Más adelante, será el lesbianismo el tema segregado por las miras del poder, como elección sexoafectiva y política de las mujeres.

Sin embargo, los feminismos históricos suponían que las metodologías implementadas en hacer visible lo que era invisible para la sociedad estaban dando sus frutos. De cualquier manera, adquirieron un plus de valor en la construcción de lo institucional, favorecidas por el incansable agitar y la permanente denuncia durante el terrorismo de Estado, del movimiento de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Fueron ellas las que situaron en el centro de la polis el protagonismo de las mujeres. Suele decirse que la resistencia a la dictadura fue femenina. Su trayectoria dimensionó la inscripción de las mujeres en la esfera política. También cabe recordar las madres de los soldados que pelearon en la guerra de las Malvinas y aquellas anónimas que fueron piezas claves en las estrategias familiares de vida frente a la crisis económica de los años ’80, a partir de su concurrencia en organizaciones barriales y en el Movimiento de Amas de Casa.

Con escasa comunicación con el exterior, sin llegada a la nueva bibliografía feminista que rondaba por Occidente ni a lo que se estaba desplegando en América latina y en el resto del mundo, pero desde una esperanza, el feminismo local salió de los escombros. Renacieron, con la vehemencia propia de un sismo, agrupaciones feministas y de mujeres. Un territorio distinto se comenzó a diseñar con el aporte de las que volvieron del exilio, el de aquellas que dieron el puntapié inicial desde el “exilio interno” y finalmente, con tantas otras sin trayectoria política anterior, que tampoco se sintieron atraídas por las estructuras jerárquicas de los partidos, pero sí por la dinámica autogestiva de las nuevas sedes feministas. Con todo eso y algo más, se configuró el mapa inicial de lo que más adelante se conocería como el movimiento de mujeres. Quizá, en ese clima fervoroso, prendió una lógica por alcanzar lo posible y, un poco más, lo permitido. Todo debate político sobre la construcción del placer o la decisión sobre el propio cuerpo no tuvo lugar dentro de la retórica de las funcionarias incorporadas a los estamentos estatales. Este modo preciso de intervención en la esfera de lo representativo, en tanto regulaciones legales y apertura al discurso oficial, no necesariamente conllevaría a subvertir las miradas del orden.

La teórica Silvia Chejter en su revista Travesías, dedicada al feminismo de los años ’80, analiza con precisión lo acontecido a lo largo de esa década: “Hubo intentos de formar coordinadoras feministas, que no prosperaron por enfrentamientos políticos, disputas de liderazgos o disensos sobre qué hacer. Hubo, en cambio, espacios de trabajo compartido, ya sea a través de temas convocantes como patria potestad, la lucha contra la violencia, la legalización del divorcio, las primeras conmemoraciones del 8 de marzo y la formación de La Multisectorial”. En aquel tiempo, las principales referentes de ese feminismo en ebullición delimitaron su campo de acción y de diálogo básicamente con dos interlocutores. Por un lado, el Estado en cuanto al reclamo de derechos civiles y políticos. Por el otro, la búsqueda de reconocimiento por parte de la sociedad en general y de las mujeres en particular.

Frente a estas formas, fue previsible el posicionamiento de distintas agrupaciones feministas con el objetivo de determinar cuál sería el plazo oportuno para plantear sus peticiones relacionadas con las sexualidades. Por ejemplo, muchas de ellas, nacidas al calor de la coyuntura, consideraban desacertado demandar por cuestiones que parecían impugnables y descontextualizados frente a los dilemas heredados de la sangrienta dictadura cívico militar. Si bien a finales de 1982, dos agrupaciones que ya venían batallando como la Asociación de Trabajo y Estudio de la Mujer (ATEM) 25 de noviembre junto con el Centro de Estudios Sociales de la Mujer Argentina (Cesma) organizaron las primeras jornadas nacionales La Mujer y la Familia, en las cuales se abordó el aborto. El planteo fue el siguiente: “Debe legalizarse por constituir una realidad generalizada, clandestina y discriminatoria según las posibilidades económicas. Es un hecho que se torna más violento para la mujer teniendo en cuenta las deplorables condiciones en que se realiza en la mayoría de los casos”. Asimismo, para ese año apareció un libro, cabecera de toda una generación, El género mujer, de la escritora Leonor Calvera. En el capítulo VIII, Hoy el Futuro, trata el tema junto con la anticoncepción.

En efecto, exceptuando estos casos puntuales, el aborto continuó sin ser presentado en sociedad. Si en aquellos instantes llamar al sexo sin tapujos cuestionaba lo imperante, convocar a la lucha para no proseguir un embarazo resultaba un discurso inviable. Las activistas más públicas pedían plazos y, a la vez, postergaban la discusión. En términos estratégicos, buscaban provocar un impacto político acompañado por una repercusión mediática trascendente, pero sin que nada de ello sonase disruptivo. A un amplio espectro del feminismo le importaba tanto permear como ingresar masivamente a las instituciones, aunque debía hacerse con cierta reserva. Ciertamente, no era fácil llevar a cabo este desafío. Tampoco lo fue para las feministas: si bien la heterogeneidad de criterios enriqueció el debate, también encarnó una disparidad en las propuestas de acción. Por caso, hubo quienes consideraron necesario introducirlo con mayor cautela y otras que plantearon estrategias de ruptura con los modelos establecidos.

Con los primeros pasos de la democracia constitucional, abrió sus puertas el histórico Lugar de Mujer. Autogestionado y financiado por sus seguidoras, se autodefinía como un espacio de orientación feminista. Y enseguida, bajo un clima de entusiasmo, indignación y solidaridad, en diciembre de ese año se organizó la Multisectorial de la Mujer, colectivo, de una magnitud significativa, en tanto convocaba a sectores diversos de partidos políticos, sindicatos, organizaciones de derechos humanos, religiosas, amas de casa, agrupaciones feministas y de mujeres, entre otras más, que confluían en una misma dirección. Entre sus filas participaban ATEM, Reunión de Mujeres, Conciencia, Amas de Casa del País y la Asociación Argentina de Mujeres de Carreras Jurídicas. Pero no toda su atención se posaba en demandas clásicas con legado histórico, como era el derecho al aborto, sino proponían campañas de corte social a modo de conexión entre los temas económicos y los de género. Asimismo, la agenda feminista fue cruzada por las urgencias de los organismos de derechos humanos. Por esa razón, las acciones y campañas contra la violencia hacia ellas estimularon la convergencia táctica de los feminismos. El lema de la época era “La violencia contra la mujer es también una violación a los derechos humanos”. Si bien los efectos del terrorismo de Estado sensibilizaron a estas activistas para comprender las otras formas de agresión, tanto social como privada que atraviesan sus congéneres, no obstante, en esa ecuación no ingresó la brutalidad que implica el aborto clandestino.

El aborto salió de las catacumbas

El 8 de marzo de 1984 cayó jueves y fue soleado. La Plaza del Congreso, exactamente frente al Parlamento, se colmó de mujeres de toda rancia: las famosas del feminismo y de la política partidaria, las legendarias que hicieron historia y también las caras conocidas del espectáculo local. Entre tanto revoltijo, María Elena Oddone, una valerosa luchadora del feminismo setentista, ama de casa y paqueta de Barrio Norte, con trajecito entallado blanco y con una cartera de marca colgada del brazo, hizo lo que ninguna otra pudo hacer por más que apareciese vestida de guerrillera o de punk. Subió las escaleras del Monumento de los Dos Congresos, cual estrella de Hollywood a recibir su Oscar, y con orgullo alzó con sus dos manos la pancarta, que decía: “No a la Maternidad, sí al placer”. Aún hoy ese lema provocaría el escándalo que incitó en aquella época.

Entre tanta multitud flameaban las consignas más sentidas del feminismo radical como un hecho de todos los días: Aborto Libre; Nosotras parimos, nosotras decidimos; Despenalizar el aborto ya; Basta de falocracia; Reivindiquemos el clítoris. Mientras, las integrantes de ATEM repartían volantes alusivos: “No queremos abortar, pero tampoco queremos morir de aborto” y los carteles de Lugar de Mujer repetían aquellos reclamos y otros nuevos también. Pese a ese evento inaugural, en el cual los carteles y las banderas más controvertidas para la época aludían al aborto y a la no maternidad, durante los primeros años de la democracia siguió siendo un tema cuasi tabú, carente de toda discusión abierta tanto por parte de las organizaciones feministas como por parte de las instituciones públicas. Así fuere la Multisectorial de la Mujer, el CEM o Lugar de Mujer, el aborto no asomó como un punto a ser levantado en sus consideraciones a demandar. Es más, no surgió con la virulencia del pasado y, menos aún, con la claridad reivindicativa de las feministas de antes. No obstante, ciertos grupos volvieron al rodeo sin obtener resultados favorables desde el momento en que se lo omitió en el punteo de apelación de La Multisectorial, a lo largo de más de seis años. En cuanto a las activistas próximas al oficialismo y coaliciones cercanas, junto con otras tantas, sostenían posiciones mesuradas, quizá no priorizaban el cuerpo de las mujeres como un territorio en pugna. En cambio, en el interior de algunas agrupaciones, la polémica estaba presente pero de puertas para adentro.

El proceso de institucionalización de las feministas llevó a confinar dicha demanda entre bambalinas. Eso fue así pero no impidió a numerosas activistas prestar batalla y resistir la violencia que significaba no sólo su omisión pública sino también dentro de sus propias filas. Ello llevó a reconocer una marca de época: no todas estaban dispuestas a encararlo con la misma responsabilidad política que sí lo hacían con otras cuestiones vinculadas a la violencia y también al cuerpo y que les exigía un compromiso de actualización teórica que generó una profesionalización de temáticas, en especial, con respecto a la violencia de género. No está de más repetirlo: tanto el aborto como el lesbianismo fueron discriminados pero, de manera tácita, a sabiendas que frente a la exposición mediática de las referentes feministas quedaba al descubierto ese operativo de ocultamiento de ambas cuestiones.

Por lo visto, no sólo la Iglesia y el Estado penalizan lo suficiente a sus víctimas. Además hay que estar pendientes de toda una serie de excusas que a la larga se convierten en infranqueables cuando se logra a duras penas desplazar una piedra, nada más.

* Activista feminista queer. Integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito.