Tomado de reddesalud.org
22 de diciembre de 2011
Las cifras de muerte y morbilidad maternas, es decir, aquellas que ocurren en la etapa de embarazo, parto y puerperio, incluyendo los abortos inseguros, constituyen uno de los indicadores más claros de la inequidad en salud que afecta a las mujeres más pobres y con menor acceso a servicios de salud. La Región de las Américas, señalan estudios de OPS, exhibe una de las mayores inequidades en cuanto a la mortalidad materna: una mujer nacida en América Latina tiene un riesgo de morir por complicaciones del embarazo y del parto de 1 en 160 durante toda la vida, en comparación con otra de América del Norte cuyo riesgo es de 1 en 3.500, o sea, una diferencia 21 veces más alta. Agrega que las tasas de la Región fluctúan entre 5 y 523 defunciones por 100.000 nacidos vivos. La tasa de Haití —la mayor de la Región— es casi 100 veces más alta que la del Canadá, la más baja de la Región. Además de amplias variaciones en las tasas registradas en los países, también hay diferencias dentro de los mismos.
Es significativo, entonces, que culminando la primera década del tercer milenio, persista una situación que da cuenta de una grave vulneración de derechos humanos de las mujeres, sobre todo considerando que se han identificado las causas principales, directas e indirectas, que inciden en estas muertes, muchas de las cuales pueden ser enfrentadas con medidas posibles de implementar en términos de acceso a la información y a los servicios, atención obstétrica de emergencia, promoción de controles prenatales, valoración del aporte de las parteras o matronas, entre otras. Sin embargo, lo más arduo es confrontar una serie de determinantes sociales que colocan a las mujeres en condiciones de vulnerabilidad y les impiden proteger su salud sexual y reproductiva, como por ejemplo, la violencia sexista, la pobreza, los prejuicios y discriminaciones por la condición de género, la influencia de tradiciones y costumbres dañinas, etc.
Para aportar a esta temática, incluimos a continuación algunas estadísticas tomadas del sitio Maternal Health by the Numbers: 20 From ’20/20, donde se indican datos clave sobre mortalidad maternal a nivel global:
22 de diciembre de 2011
Las cifras de muerte y morbilidad maternas, es decir, aquellas que ocurren en la etapa de embarazo, parto y puerperio, incluyendo los abortos inseguros, constituyen uno de los indicadores más claros de la inequidad en salud que afecta a las mujeres más pobres y con menor acceso a servicios de salud. La Región de las Américas, señalan estudios de OPS, exhibe una de las mayores inequidades en cuanto a la mortalidad materna: una mujer nacida en América Latina tiene un riesgo de morir por complicaciones del embarazo y del parto de 1 en 160 durante toda la vida, en comparación con otra de América del Norte cuyo riesgo es de 1 en 3.500, o sea, una diferencia 21 veces más alta. Agrega que las tasas de la Región fluctúan entre 5 y 523 defunciones por 100.000 nacidos vivos. La tasa de Haití —la mayor de la Región— es casi 100 veces más alta que la del Canadá, la más baja de la Región. Además de amplias variaciones en las tasas registradas en los países, también hay diferencias dentro de los mismos.
Es significativo, entonces, que culminando la primera década del tercer milenio, persista una situación que da cuenta de una grave vulneración de derechos humanos de las mujeres, sobre todo considerando que se han identificado las causas principales, directas e indirectas, que inciden en estas muertes, muchas de las cuales pueden ser enfrentadas con medidas posibles de implementar en términos de acceso a la información y a los servicios, atención obstétrica de emergencia, promoción de controles prenatales, valoración del aporte de las parteras o matronas, entre otras. Sin embargo, lo más arduo es confrontar una serie de determinantes sociales que colocan a las mujeres en condiciones de vulnerabilidad y les impiden proteger su salud sexual y reproductiva, como por ejemplo, la violencia sexista, la pobreza, los prejuicios y discriminaciones por la condición de género, la influencia de tradiciones y costumbres dañinas, etc.
Para aportar a esta temática, incluimos a continuación algunas estadísticas tomadas del sitio Maternal Health by the Numbers: 20 From ’20/20, donde se indican datos clave sobre mortalidad maternal a nivel global:
- Una mujer muere cada 90 segundos durante el embarazo o parto.
- La tasa de muerte materna a nivel mundial es de 350,000 muertes por año, lo que significa más de 1.000 por día.
- Un 99% de todas las muertes maternas ocurre en países en desarrollo.
- Una mujer de cada 11 muere durante el embarazo y parto en Afganistán.
- Estados Unidos ocupa el lugar 50 a nivel mundial en muertes maternas, con tasas más altas que la mayoría de los países europeos, y que algunos países asiáticos y del Medio Oriente, según señala la OMS.
- Un tercio de todos los nacimientos a nivel mundial ocurren sin atención de personal especializado.
- En 2011, más de 50 millones de bebés nacieron sin la ayuda de personal de salud capacitado.
- Aumentar la disponibilidad de matronas en un total de 350,000 en países de menores recursos podría salvar la vida de 3.6 millones de mujeres y sus hijxs.
- Un 10 % de aumento en personal calificado correspondería a un 5% de reducción de muertes maternas.
- Un 80% de las muertes maternas podría prevenirse con medidas de salud costo-efectivas, oportunas, antes, durante y después del nacimiento, incluyendo planificación familiar, atención especializada en el nacimiento, servicios médicos de emergencia y atención en las semanas después del nacimiento.
- Una entre 7 niñas en países en desarrollo se casa a los 15 años.
- Las niñas menores de 15 tienen 5 veces más posibilidades de morir al dar a luz.
- Complicaciones durante el embarazo y parto son causa principal de muerte materna en adolescentes de 15 a 19 años, lo que resulta en casi 70 mil muertes cada año.
- Cerca de 215 millones de mujeres que desean controlar el tamaño de sus familias no tienen acceso a planificación familiar.
- Cada año, el uso de anticonceptivos modernos previene 188 millones de embarazos no planificados.
- El uso de anticonceptivos ayuda a prevenir una estimación de 150,000 muertes maternas.
- Responder a la necesidad insatisfecha de planificación familiar ayudaría a reducir la mortalidad materna en un 32 por ciento.
- Más planificación familiar también ayudaría a reducir la mortalidad infantil en un 10%.
- Programas que entregan mensajes de salud a los teléfonos móviles de las mujeres proporcionan información específica acerca de nutrición, atención prenatal, esquemas de inmunización y cómo tratar la diarrea y la neumonia en niñxs. Casi 25 millones de mujeres en todo el mundo están recibiendo estos mensajes que se entregan a través del internet, y millares los reciben en sus teléfonos móviles.
- A pesar de estos avances, solo 23 países están cercanos a las metas del Objetivo de Desarrollo del Milenio 5, que busca reducir la mortalidad materna en un 75 % para el año 2015.
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